domingo, 1 de julio de 2012

¿Dónde estas que no te veo?


Y la melancolía que me consume
Vino y cervezas apoyados sobre mi mesa
Sobre mi alma vacía, mi rostro sin sueños, mis brazos sin calor
Muriendo y partiéndome en dos, sufriendo el más terrible de los dolores.
Ninguno, el nada el sólo, el yo sin continuación
Mi cama desecha
Mi rostro harapiento
Mi vida enredada
Hilando huellas de tiempos pasados, aquellos que fueron mejores, aquellos en los que se sonreía
Aquellos en que a mi lengua no le daba sucios usos
Donde amábamos, amábamos noches completas
No había balcones vacíos, ni pendejas doncellas esperando a aquel imbécil que luego de quitarse las ganas en burdeles y bares recitaban un par de huevadas en un balcón,
 Y como tonta siempre cayendo.
Mis mañanas ya bellas no son, ni mis noches terribles
Sólo quema el acido que fluye por mi tráquea, un poco de sangre, un par de lágrimas
Agua en la cara, sin sonrisas ni garra.

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