sábado, 13 de octubre de 2012

mi cielo


Hoy mi cielo es etéreo,
Mi interior escupe al exterior, y la soledad fecunda.
Mi boca calla y mi mano habla,
Hoy me desnudo ante mis prejuicios,
Hoy arropo mis temores e imploro antiguos amores.

Es muy fácil relatar lo externo, criticarlo y objetivarlo de cierta forma, pero al momento de encontrarme frente a la hoja con una sola misión; yo desnuda ante mis juicios, lo claro se vuelve oscuro, y lo simple inentendible.
A diario me veo envuelta en una gigantesca casa de muñecas, de altas puertas e impenetrables ventanas, ella me acorrala, me jala por los pies y ata mi niñez. Comenzar a emprender un vuelo digno de altas aves siendo un pichón anhelando el nido, el retorno cálido y eterno.
La sensibilidad y el cielo de hoy no combinan, no cruzan sus caminos ni se prestan atención, no se desean, ni siquiera cual romance clandestino que destila pasión a una hora secreta, escogida por ocultos autores.
La amabilidad es de otro cielo, abriga otras molleras, en otros tiempos.
Dejar que la extrema indiferencia toque tu puerta y rapte tus sueños, es fácil, mantenerse atento y sensible. Complican el horizonte y el día a día, verse hundido y acabado ante las voces, aquellas voces que te imploran dejar muchas cosas, con ello tus mejores tiempos, tus sueños, tus recuerdos. Ordenan que despiertes y te encuentres en el laberinto etéreo de la adultez, el reverdecer de las responsabilidades donde el instinto protocolar avasalla las mejores fantasías, y el llanto de cada día casi como un acto religioso dos por la mañana, dos más y a la cama.
Hoy la perdida no la sufro, la omito, hoy la perdida no la siento la sangro, hoy la herida avergüenza con insolencia, con ojos caídos, los míos, los tuyos, los nuestros…
Salgo de mi casa de muñecas en busca de nuevas aventuras, huelo el plástico y la amargura, por los caminos encuentro historias que subo a mi hombro, las llevo cada vez más impregnadas convirtiendo en sacro el lamento ajeno como buen viajero.
Salgo de mi casa de muñecas, hambrienta de cosas nuevas, siempre encontrando lo mismo: lugares recónditos, quizás hermosos, quizás temerosos.
Salgo de mi casa de muñecas y jamás vuelvo a ella.
El exterior me ha vuelto insensata, poco a poco mi llama culmina en la amargura de un crepúsculo deseoso y envidioso de la belleza del amanecer, donde los pensamientos son bellos y claros, donde el odio aun duerme, pues a aquel sol todos le recibimos de brazos abiertos y con ello la falsa ilusión de un cielo mejor.
 La viuda luna solo acuna amantes destrozados en su amor flameante.

martes, 9 de octubre de 2012

Una niña


En mi mente soy una niña, que corre y jamas alza la mirada que solo le importa notar de que manera sus pies se embarran y como el lodo le salta a la cara, que lo disfruta y goza bailando junto al tiempo, junto al viento…
Una niña que aburre a todos
Una niña sin frases nuevas que decir
Una niña pensando en nada
Una niña que siente y llora, mas sola que nunca, mas abandonada
Una niña que lo tuvo todo y lo perdió por caprichosa
Una niña que odia y sufre.
Me cuesta despertar… en el instante en que lo logro mis ojos se vuelven de plomo me pesa la vida que no he vivido y que no quiero conocer, mis ojos cada días mas hinchados, mas cansados.
Mi mente descascarada, cedí mi cuerpo a la oligofrenia colectiva de los gritos la buena vida y la poca vergüenza, la que queda entre mis medias al marcharme de algún boliche. A la mañana limpio mi cara, cepillo mis dientes y aniquilo tu salivar y tu asquerosidad y solo queda mi negra existencia, pateo piedras incesantes
Me alegro
Soy una niña que ríe, que disfruta
Soy una niña que vive
Soy una niña privilegiada, de alma y de mente
M E N T I R A
sOLOsoyunapendejaDEMENTE.

El viaje


Acunados en el nicho más amargo de la húmeda y sofocante amazonia, la respiración se encontraba a menudo muy agitada la frente perlada y el característico dorado de aquellos cueros me estremecieron e hicieron temblar todo mi universo, muy pequeño de hecho hasta ese entonces.
Mi padre es médico y esta de campaña, como siempre, pero esta vez decidió deleitarse con mi compañía pues sus deseos son obvios, que su nombre trascienda y traspasarme sus últimas investigaciones a mi pues es un hombre desconfiado, parco que rara vez me dirige la palabra para un tema ajeno a la salud e innovaciones farmacéuticas.
27 de Agosto.
Tres días en este infierno que reverdece eternamente como los ciclos mas eternos, como el castigo a tanta belleza, tuve que dejar mis vestidos en la maleta y limitarme a andar en enaguas, la choza, porque no puede recibir otro nombre es de totora, lo que hace que siempre este húmedo, no haya aire y que se llene de bicharracos. La sirvienta contratada por mi padre dice no entender lo que digo, pero sé que me ignora pues me teme, como todos en esta pequeña aldea, paso los días escribiendo y enjuagando mi cuerpo, este clima es insoportable me encuentro constantemente abochornada.
02 de septiembre.
No he tenido ni un segundo para escribir, ahora lo hago pues mi padre tubo que viajar de urgencia al pueblo junto con Domingo, el capataz conocido de él, que ayer fue alcanzado por alguna especie rara de “insecto”, lo pongo entre comillas porque los insectos en estas zonas superan el tamaño de las palomas de la gran ciudad, y bueno continuando con mi motivo principal; estas noches algo extraño sucede en mi choza, me siento afiebrada y delirante, no puedo dormir, me levanto constantemente a rehumedecer mis labios y saciar de tan incesante fatiga mi estomago…
Bueno quizás debí redactar todo esto en pasado, error mío.
30 de septiembre.
Ayer por la tarde mi padre decidió enviarme de regreso, aun me encuentro extraña, y hoy mientras tomaba una ducha descubrí un pequeño bulto detrás de mi oreja izquierda, creo que por la mañana llamare a Esteban el ayudante de mi padre, para que me examine, el cambio al llegar acá fue abrupto, le pedí a la empleada que pusiera un brasero en mi habitación pues no soporto el frío, es finales de septiembre y el sol se presenta pero no invade la fiesta.
01 de octubre de 2012.
Hoy no desperté, hoy entendí…
Estos días han sido confusos, recuerdo pocas cosas, hoy recordé.
Estos días me ha escaseado el tiempo, hoy es eterno.
Estos días no he sido yo, hoy lo soy.
Pase los últimos 16 años de mi vida temblando, estaba muerta en vida, había perdido casi por completo la sensibilidad, solo sentía mi cuerpo escarchado, congelado, mi cabeza bombeaba constantemente y me castigaba cual hacha devorando la podrida leña.
Cuando él se entero de la única posible cura a mis terribles penas, no vaciló y tampoco me lo comentó, simplemente me llevó a la selva. Por las noche él y la mucama aplicaban en mi el secreto, en nuestro país esto no era legal pero en la amazonia la tierra dicta las reglas, para que funcionara era necesario el clima tropical, la escases de viento, el exceso de humedad y encontrarnos sobre los 30° mientras “el tratamiento durara”.
Él y la mucama inyectaban en mi gangleo superior izquierdo pequeñas dosis del veneno de aquel insecto repudiado por mí, mismo insecto que días más tarde asesino al capataz de mi padre y según la leyenda volvería para vengarse, así es, esa extraña especie razonaba incluso mejor que nosotros, para que él cediera el antídoto a mi cuerpo mi padre debía drogarlo completamente, esa amorfidad de tamaño impresionante color rojo intenso que los indios de esos lugares llamaban insecto, ¿insecto? Eso era digno de llamarse mascota.
Bueno no quiero perder la idea mi tiempo escasea y mi hoy flaquea, él único pero era que si el animal moría con el me llevaría y el propio tratamiento me asesinaría.
Hoy no desperté, ni mañana, ni pasado…

domingo, 9 de septiembre de 2012

LA EXCLUSIVA


Abrí los ojos y por la ventana lateral la luz invadía el cuarto, comencé a pestañear y poco a poco mi pestañeo se volvió protagonista, sentía la brisa y el claustrofóbico cuarto repentinamente se transformo en un lugar agradable, comencé a tomar cada vez más conciencia e intente estirar el brazo y acariciar el hombro de Roberto, luego de unos segundos note que no estaba, y fue ahí y sólo ahí que note lo sola que me encontraba en ese enorme lugar, la cama de blancas sábanas y mi pestañeo produciendo una brisa constante.
Intente recordar que había sucedido la noche anterior, pero sólo conseguí llenar mi mente de ciertas lagunas, de recuerdos, ciertas visiones, ciertos momentos.
Roberto llevándome, nosotros brindado ,yo exigiendo más y más wiski, yo descontrolándome, yo gritando, vueltas, mareo, yo mirando el piso, yo vomitando, Roberto alejándose.
 Yo tendida junto a la jardinera de la casa de Sofía llorando, sintiéndome inepta y aceptando toda la culpa. Ese día por vez primera en 10 años acepte la verdad, no soy suficiente para Roberto, siempre seré la otra, siempre encontrara la frase perfecta para hacerme volver, siempre su caricia alcanzara lo más profundo, siempre será mejor tenerlo junto a mi que estar sola, siempre las grises mañanas de otoño serán menos frías junto a él.  Lo recuerdo cada minuto de mi vaga existencia, sus horas consumiendo mis años, su boca carcomiendo mi dignidad, y yo sin nada con el luto encima, porsiacaso sabiendo lo patética que soy, sabiendo que a la primera o a la última me abandonará.
Ella… No se como describirla, decir que es perfecta es poco, que su sonrisa inunda cualquier lugar, y que es tan cálida, tan cercana que abarca todo el espacio también lo son. Su belleza es utópica y resplandeciente, su sola presencia lo hace enloquecer…
 Su cristalina mirada, su cabellera dorada, su esbelta silueta, y al mismo tiempo ella cual guitarra destinada a la tonada eterna, a la nota más perfecta. De sólo observarla mi mundo sangra y comienza a disgregarse, el oxígeno se agota y desciendo por la caída perpetua sin sonrisas ni miradas de consuelo, sin un hombro, sin su beso, sin Roberto.
Cada vez se vuelve más cotidiano, me entra la locura y necesito beber, beber y beber. Yo encerrada, soy tan cobarde que jamás de nada me desprendería; ni de él ni de mi propia existencia, yo sólo soy la otra, ese plato de segunda que mientras haya hambre siempre será bienvenido, pero a la hora en que hablemos de lujos y cosas excepcionales ni siquiera me encontrare en la mancha más abandonada de su retina, o su servilleta, soy su comida rápida del día, y ella aquella cena con la que se deleita sólo cuando la situación lo amerita sin empalagar su paladar, sin abusar de aquel festín, cual dios controlando aquella asfixiante ansiedad que lo deja sin límites, aquella que lo emborracha cuando devora un plato cualquiera, lleno de gula y bestialidad.
 Ese hijo de puta lo odio tanto por no amarme, me odio tanto por amarlo. Odio todo, pero no soy más que una estúpida que aceptara esto por siempre y por más que llore y beba el día entero siempre el siguiente será igual al siguiente, y al siguiente, y probablemente al siguiente, estoy más sola que la propia soledad y aun así no encuentro cojones para dejarlo y buscar… ¿algo mejor quizás?, ¿O peor?, O lo mismo.
Este pensamiento me dispersa, pero algo me tira, me sujeta a aquel cuarto, tan claro, tan celestial casi pacífico, donde las noches más revueltas de mi vida han pasado, su respiración en mi oído, sus manos, esas bellas manos que pueden secar mis lágrimas y al mismo tiempo estrangular mi espalda, acercarme a él sintiendo que no hay otro momento, ni un después, ni un mañana.
Pero si existe, hoy es mi mañana, esto pasa luego de cada noche en que me entrego sin vacilar, visto perfecta, gimnasio veinticuatro siete, un maquillaje siempre marcado pero nunca grotesco, permanente por supuesto para que las típicas lágrimas que dejare caer no lo estropeen, lencería Italiana la más fina y delicada, todo perfecto para Roberto, mi hombre de dos tiempos…

domingo, 19 de agosto de 2012

A dos piernas



El mar y yo somos uno…
(TRES AÑOS DESPUES)
El mar y yo somos nada, lo descubrí la misma mañana que el muy hijo de perra me quito las piernas, me quito a mi amor, me quito la sonrisa, me quito todo para dejarme aquí sobre una silla de ruedas entre cuatro paredes con tres comidas al día y mucha irrealidad…
El único consuelo que tengo en este loquero asqueroso es ese el maldito mar, una ventana por la que con excesiva suerte asomo mi boca o un ojo, donde veo como te revuelcas con la arena, con las rocas siempre impredecible siempre siendo un bastardo…
Aquí el tiempo me sobra en demasía, hablo con otros dependiendo del día, claro esta, algunos lunes uno que otro drogadicto, los miércoles probablemente Charlie que es mi alcohólico favorito…
Wow y los viernes son casi agradables pues…
Lo siento querido diario cada vez que intento contarte algo, lo olvido y luego despierto en esta mugrosa habitación más sola que mi corazón, y más olvidada que yo, ni siquiera se dignan a secar mis ropas llenas de algas y siempre saladas, mis brazos siempre sangrantes y mi cara siempre apagada.
Me siento delirante, soñé que nadaba, soñé que nadaba… no solo agitaba mis brazos…
Hoy he encontrado un montón de porquerías sobre mi silla, claro esta que decidí despertar me incline para montarme sobre mi silla  como de costumbre, y unas conchas me pincharon la espalda, algún imbécil con ganas de hincharles las pelotas a una lisiada debe ser…
A la mañana siguiente se encontraba imperturbable frente al pequeño agujero, pensando, llorando, pero con calma siempre con calma, un fuerte estruendo la arrojo de la silla al suelo, sólo oía gritos, gritos y más gritos… chillo, aulló pero nadie abrió, nadie acudió a su estruendoso llamado, nada más voltearse a la ventana vio venir hacia ella la masa gigantesca de agua… Con una furia imperdonable una ola hambrienta arrasando todo a su paso.

La luz hoy golpeo mi rostro, estuve quizás cuanto tiempo en la oscuridad, la luz me golpeo pero me despertó, me di cuenta que mi aleta estaba suturada y mi padre me acompañaba, todos estuvieron muy pendientes, todos lloraron.
Según lo que espié mientras dormitaba, es un milagro estuve varada en un roquerio, indefensa ante cualquier humano que me hubiese encontrado.

Cóctel letal


Se quiso adelantar a los de la búsqueda pues se encontraba totalmente fuera de si, subió la escalinata a paso veloz, se poso frente a la 202 golpeó asustada y frenética, luego de unos minutos el resto la alcanzó y haciendo un esfuerzo tremendo forzaron la puerta hasta que esta cedió y reveló que había en su interior.
Candalia  se desplomo sobre sus rodillas y sin siquiera inmutarse el hombre a cargo de la descripción visual apunto con letra confusa en una pequeña libretilla:
Mujer de cabello claro, 22 años, 1,70 de altura, boca arriba.
-¿Sólo eso?, ¿sólo eso importo de la muerte de mi hermana?
 Se repetía una y otra vez Candalia en el velorio de su hermana Consuelo, se repetía eso y millones de cosas más su mente mantenía un huracán constante, se le hacia imposible librarse del tormento y del peso de aquella muerte.
Veintidós días antes, en la pequeña terraza del departamento de consuelo:
-        Candalia: Estas loca… ese imbécil no vale la pena
-        Consuelo: ¡Tú! estas loca lo único que aquí no vale es esta conversación… Ya está decidido hermanita me voy, se feliz y déjame en paz.
Eso fue todo lo que las hermanas se dijeron, a la mañana siguiente Consuelo cruzó la frontera para encontrarse con el hombre de su vida, en su mente claro esta, pues la desequilibrada muchacha estaba obsesionada con la idea de una vida junto a él, un ser ideal, utópico, una niña creyendo en cuentos de hadas e ideas gastadas, la madurez  de Consuelo renegada por ella misma, arrojándose de cabeza al impuso de sus deseos.
Días después el escenario cambió sin retorno, la niña dejo sus años dorados para perderse donde el mechero no enciende,  y el que teme pierde.
Finalmente despertó en un lugar donde no conocía a nadie, ni siquiera el hombre con quien compartía la cama, raro día llego, comió y no volvió, Consuelo no vio otra salida que acabar con todo.
Mientras las personas llegaban Candalia les agradecía de manera automática pues a la realidad nada la sujetaba, por ese día se permitió recorrer sus arrecifes mentales, entregarse a su delirio reprimido y pensar en su bella hermana, extrañarla y ¿porqué no? Culparse. Pronto se levanto del asiento que había sostenido su cuerpo inerte durante todo el día, y repaso una vez más los apuntes del investigador:
Causa de muerte: coctel letal
Composición: 40 pastillas de  paracetamol, 40 pastillas de ravotril  y 2 litros de vodka.
Dentro de delirio Candalia visualizó ese último exhalo de vida de su hermana, la podía ver, ojerosa, más delgada y harapienta dirigiéndose a una farmacia de ahorro en las cercanías, de manos temblorosas, pero a pesar de aquel aspecto, Candalia presencia que el joven de la farmacia de todas maneras le vende todo lo exigido por la chica, Consuelo deja atrás el lugar sin voltear, se da un par de vueltas, unos puchos a la vena más ansiosa que minutos antes, la observa entrar en un sucucho, al rato sale con una pesada bolsa negra que mientras camina de regreso, el rechinar de las botellas le acompañan en un compas casi esquizofrénico. En eso Candalia siente que su visión se torna borrosa, era su madre que la zamarreaba para que despertara.
-        Hija mía vete a descansar
-        Estoy bien ma, gracias.
Tras la interrupción la muchacha va a despedirse por última vez de consuelo, se para junto a su trono color marrón, la observa,  ve que el azulino de su rostro resalta entre su cabellera platinada y blancos trapos reprimiendo la perfecta anatomía de su hermanita y en un eterno adiós le susurra un gracias, mientras sus lágrimas buscan su propio destino en los pómulos de ese cuerpo vacío.



sábado, 11 de agosto de 2012


Fatigada yace, fatigada yace, fatigada yace…
SOLA
Sobre su regazo, aquellos brazos inmutables y bellos, aquellos brazos que todo lo calman que limpian aquel cuerpo de aquella angustia donde el golpe frenético de la realidad invade su cien, invade sus ojos, sus oídos lagrimean ante tal fulgor ante aquellas palabras de aquella boca rota, quebrajada, de aquella cara sucia con olor a rosas, manos limpias culpables.
A*noche soñé que me soñabas, que despertabas y preparabas café.
A*noche soñé que te encontraba, en un callejón vacío.
A*noche soñé que existías y luego desperté.
Anoche viví tantas cosas pero ninguna digna de relatar,
Porque nadie vino,
Nadie llamo,
Y nadie existió,
Sólo una corteza fría a la intemperie sin fuerzas para florecer, sin ánimos de envejecer.

miércoles, 4 de julio de 2012

ELLA


La hojarasca vaga e inunda el vacío, sus pies arrastra, su alma se encuentra en cada lugar, cada nombre y especificación, curioso como un lugar alberga tanto dolor, tanta carne, tanta sangre y aun así sus anónimos visitantes se dispersan sonrientes dentro de la lúgubres permanente que la tierra emana.
Pide a dios, pide calor, unas gotas de vino humedecen su boca y su cuerpo yace casi inerte sobre una banca dentro del cementerio, es difícil discernir si se abandona al dolor o al alcohol, lo cierto es que un esqueleto se dejo a suerte el 25 de aquel año, ni el administrador, ni las miradas discriminadoras que levitaban junto a ella día tras día lograron que alzara la mirada.
Se despertaba los viernes, iba a un bar no muy lejos de Conchalí, ahí despilfarraba su dinero bebía, pero jamás se iba con nadie, aceptaba invitaciones pues a pesar de su desdeñoso aspecto era bella como ninguna, exótica no poseía ninguna característica muy particular, sólo todo en ella era bello. Adoraba tumbarme en el bar a beber y observar como ella también o hacia, jamás me habría atrevido a acercarme a ella, ni a tocarla.
Pero su mirada ardía jamás la fijaba era dispersa como sus pensamientos, ella deseaba a alguien yo lo percibía por la manera en que observaba todo cuanto la rodeaba. Un día poso sus dos ojos miel en mi lo hiso y de ahí no los movió, fija observo durante el tiempo en que yo demore en hacer desaparecer una botella entera, mucho tiempo no fue dado que la ansiedad no me permite disfrutar del sabor, sólo de la sensación y cuando acaba el dolor, ese dolor que invade mis entrañas me hace sudar, salivar y vomitar, aquel dolor que me invade cada mañana y que comienzo a saciar desde el medio día.
Le hice un gesto con mi mano, la invite a un trago, ella acepto, pálida y silenciosa, no sonreía ni se movía pero yo sabía que ella se encontraba cómoda con mi compañía, y yo, un viejo haraposo y sucio me encontraba  en el cielo con una chiquilla así a mi lado.
Sólo me observaba y muy de vez en cuando me sonreía, cuando lo hacia su nariz y frente se arrugaban dulcemente, todo lo que esa niña hacia era bello, su silencio precioso pues yo sólo acostumbraba a esas viejas de cantina que lo único que hacen es embarazarse y chillar.
Alas 3:00 am de ese domingo le dije a la chiquilla que se fuera a su casa pues yo estaba viejo y debía ir a descansar, ella asintió con la cabeza y se largo, no me importaba saber su nombre pues sabia que el próximo viernes la encontraría en el bar, y en la semana ella mantendría ese raro transe dentro del cementerio.
Eso pensé, esa semana fue terrible, mis dolores se agudizaron, todo me parecía horrible, me retorcí durante dos días en el piso de mi choza, cuando al fin el coyote me encontró me tubo que llevar arrastras pues el muy bruto había perdido su bicicleta hace algún tiempo.
Desperté en la posta, y el tiempo que ahí estuve, solo pensé en ella sudaba y gritaba no conocía su nombre pero la deseaba no como un animal desea a su indefensa presa, si no como el deseo que tienen las letras de ser leídas y ese placer etéreo que experimentan cuando las dejamos protagonizar el relato que conforman, de esa manera la deseaba, quería tener sus ojos posados sobre mi, compartir mi botella y que arrugue su nariz, corrí con dificultades pero lo hice llegue al cementerio y no la encontré, lo recorrí entero tumba tras tumba y nada ella había desaparecido intente hablar con el administrador pero ese hombre jamás aceptaría hablar con un vago como yo y pedirle al coyote que lo hiciera era una idea aún más fantástica pues a ese ni en su casa le dan hora, ni pan, ni nada.
Ella volverá lo se, han pasado casi tres años y sé que volverá, solo espero que mi hígado aguante hasta ese minuto para volver a contemplar sus ojos, sus largos y oscuros cabellos sujetados por un delicado palillo sobre su nuca, mirar su hermosa espalda que a pesar de que usara anchos trapos, no conseguía ocultar su esbelta figura, su rostro cansado y pálido un tanto ojeroso un tanto sufrido, un tanto lloroso, esa figura abandonada era mi complemento, el vaso faltante.

Te espero incesante y jamás dejare de hacerlo, no quiero conocer tu nombre, ni saber porque sufres, solo compartir unos vasos y contemplar tu belleza sobrenatural.

domingo, 1 de julio de 2012

¿Dónde estas que no te veo?


Y la melancolía que me consume
Vino y cervezas apoyados sobre mi mesa
Sobre mi alma vacía, mi rostro sin sueños, mis brazos sin calor
Muriendo y partiéndome en dos, sufriendo el más terrible de los dolores.
Ninguno, el nada el sólo, el yo sin continuación
Mi cama desecha
Mi rostro harapiento
Mi vida enredada
Hilando huellas de tiempos pasados, aquellos que fueron mejores, aquellos en los que se sonreía
Aquellos en que a mi lengua no le daba sucios usos
Donde amábamos, amábamos noches completas
No había balcones vacíos, ni pendejas doncellas esperando a aquel imbécil que luego de quitarse las ganas en burdeles y bares recitaban un par de huevadas en un balcón,
 Y como tonta siempre cayendo.
Mis mañanas ya bellas no son, ni mis noches terribles
Sólo quema el acido que fluye por mi tráquea, un poco de sangre, un par de lágrimas
Agua en la cara, sin sonrisas ni garra.

miércoles, 27 de junio de 2012

Treinta años


Llevo tres años casada, mis padres arreglaron mi matrimonio apenas cumplí los 17, soy infeliz, he sido sometida a reglas estúpidas debo obedecer a un hombre que me asquea. Aún recuerdo… hooo como recuerdo…
La primera noche junto a ese monstruo, luego de la lujosa fiesta que sus padres junto con los míos financiaron y realizaron en la finca de mis tíos.
En la pista solo quería ser libre bebí champagne en abundancia, lo sentí estremecer mi cuerpo, acariciar mi estomago y encender mis extremidades, mis pies danzaban al unísono, quería despojarme de aquellos trapos, sentirme libre, lanzarme sobre los brazos de algún muchacho que me protegiera y me liberara de esa terrible cárcel, que me  alejara de ese monstruo y que jamás permitiera que posara sus garras en mi aterciopelada existencia.
El champagne se acabó, mi sueño también, desperté inmersa en la pesadilla más desagradable, él y yo, mucho alcohol pero aun así pude notar como  sus ojos me desnudaban mientras yo intentaba conservarlo todo.
Las lágrimas no cesaban ese enorme cuerpo sudoroso manchándome, con lo más horrible, negándome la felicidad, el placer y la pasión.
-        No permitiré que me toque nunca más, me dije.
Han pasado tres años y ya no siento, estoy muerta en vida, me resigne a solo en sueños ser libre y feliz… Desde hace tres meses que anhelo la hora del sueño.
Me duermo y me interno en una selva, mi oscuro cabello se transforma en doradas hebras, un cuerpo curvilíneo deseable, me siento desatada y sólo de un cinturón revestida, mi alma al viento.
Observo como un corpulento hombre se me acerca, me estrecha desde la cintura sin preguntar y lentamente desliza su boca por mi cuello sube besándome hasta dar con mi oreja y en un susurro infinito, fuerte y suave como la cebada dice… Afrodita eres mía, sólo mía.
Me derrito en él y nos fundimos en la danza de los astros, el vals de la luna, observados por tribunas, por universos, por todas las energías existentes, es perfecto. En el minuto en que estoy pronta a despertar yo lo noto, y él me nota, se levanta bruscamente y repite una y  otra vez:
-        Afrodita espérame, saciare tu sed y alimentare tu angustia, solo espérame.

Ya no puedo más… mis lágrimas se agotaron y mis músculos se marchitaron, han pasado 20 años y me veo totalmente como una anciana, mi cabello no brilla, mi rostro ojeroso y huesudo, y mi cuerpo hambriento, hambriento de amor de emoción, el gorila que dormía a mi lado se ha transformado en un pequeño jabalí que ya no abusa de mí, pues cuando anda de suerte se puede el rabo…
Mi desdicha no cesa, la indiferencia ha invadido mi corazón y mi mente, no sé que es lo que espero, no sé que es lo que quiero. De alcohol y medicamentos invado mi estomago y domo a la fiera que llevo dentro, apague mi llama, olvide los sueño y me limite al infierno de vivir y la pesadilla continua me agobia, me aniquila.
Soy cobarde e insensata, odio la vida pero algo me aferra a ella quizás monotonía, no distingo entre el delirio y lo real, quién está y quién no está…
Llegó… todo fue confuso me sumergí en mi esquizofrénico descanso y luego de casi treinta años volví a soñar, pero esta vez ya no había selva, mi cabello rubio no fue, y mis huesos con carne no se arroparon, era yo más indefensa que nunca, que siempre, en mi cuarto. La casa se estremece y entra, se abre paso entre las cajas de pastillas y su marcha armónica se detiene justo frente a mi, despeja mi cara sutilmente y con delicadeza me besa, el contacto de mi boca y su lengua fue la húmeda felicidad que esperaba, por primera vez en mucho tiempo mi sed se saciaba, cerré mis ojos e inevitablemente todo comenzó a girar, mis pies temblaban, me desplome y caí, caí, caí sin fin, caí durante todo los tiempos en la lucha eterna del amor imposible, del amor utópico e inexistente, caí vencida por el sufrimiento de todos los amantes, mi cráneo retumbo fuertemente contra el piso y lo supe, supe en el instante en que su cabeza buscaba refugio en mi pecho y decía mí afrodita amada, tanto tardaste en volver a llamarme.
Con el último esfuerzo acunado en mi corazón, le dije lo siento Ares, siempre te ame.






Bárbara Flores Durán.

martes, 19 de junio de 2012

culpandome


 No- puedo-tener-la-boca-más-amarga
  Mi vomito corrosivo, arraso con mi estomago y corazón
   Vomite mis pies y mis huellas borre
    El acido se escurrió entre mis pensamientos,
     Ya no recuerdo como caí
      Solo sé que estoy aquí
       En un abismo, entonando una tonada
        Gritando, maldiciendo


   Culpándome…

 Culpándome de alejarte, con una botella en mi mano, sangre en mi brazo
  Entre mis palabras, que no dicen nada
   Vuelvo venenosa, escarmentó la mierda
    Basureo lo bueno, ¿y oyes?
     ¿Oyes eso?
      ¿Te desgarra como a mí?
       Es la carne mas viva que yo
        Tocada por mi lengua, lapidada
         Abandonada como yo
          Un adiós,
            No fui un pasaje,
             No fui un nombre importante
              Una arruga más en unas sabanas podridas, una frase más/ Una mirada menos, me asqueo de lo que pienso/ y de lo que soy.

domingo, 17 de junio de 2012

La suma de la espera


En la penumbra se encamina
Desde lo bajo suspira
Jadeando, gota a gota
Y las noches son siempre las mismas
Y las madrugadas eternas
 La suma ya esta completa: dos cuerpos, cuatro puños un llanto.
 Recuerda el primer día,
 El segundo
 Y el de hoy
Corazón en cadena
 Brasa en cajón
Jadeando, gota a gota
Suplicio ausente
Existencia
Dos ojos en tinieblas, una indiferencia
Tres días menos que abajo nos vemos.

lunes, 11 de junio de 2012

Ayer y antes de ayer


La nota  v e r d e, el mecerse de los  a l e r c e s
sol como peñasco zapateando a los braceros
camallo como  r í o.
Como sonríe ¿nuevito en la escuela? De la mano de su aparcero
de la mano de una pasión, de los pies de un dolor
galopando la sabia, rastrojando la  l l u v i a
Marchitando frutos, secando  l a u r e l e s.

(Ella:) El grano se nos puso pichicho, aquejándose la mujer.
Tranquila mija agua trola, mi hermosa señora
(Ella:) En vano negro…
Que nooo, las trenzas mas hermosas, cara fuerte y tosca
manos duras cual corteza, piernas fuertes cual montaña
sudor, sangre y saliva, devuélvame el favor
a mis niños crecer y mi mujer envejecer.

………………………………………………………..
Léase: aparcerocomoacompañanteyelcamallonoesdecomquimbo.

miércoles, 6 de junio de 2012

Donde la tinta ya no llega


Y que triste verla mendigando una caricia, una mirada, sentirse deseada
Y que triste su mañana, su tarde, su día, su vida
Su existencia cuestionada segundo tras segundo. Donde la carne se vuelve invisible
La sangre no corre, no mancha, solo hiere y desgarra lo más estremecedor
En el fondo de todo, la veo
Juro que la veo…
Pero incluso esta que ve, insignificante tal vez
¿Tal vez?
Esa esperanza dispersa
No puedo escribir
No puedo llorar
No puedo reír…
N o  p u e d o, n o  p u e d o
Solo puedo dejar que el tiempo la cague más
La haga mierda
Y cuando acabe con ella
Solo esperar mi turno
Te veo, ramera austera putrefacta y perfecta
No puedo llorar
No puedo reír
No quiero llorar, no quiero reír
No quiero vivir, porque quema
quema como nada, como todo
Un escupitajo a los escépticos, a lo verdadero
Al amor, púdranse en su mierda de seducción y perfección
Los odio.

solido


El agua tonta
EL AGUA BRUTA, ¡QUE BRUTA!
ESA NECIA NECESIDAD DEL ¿QUE DIRAN?
DEL NO ESTAS, DEL FRÍO
SE SIENTE SOLA
su cielo sin luna
Sus estrellas despejadas, muerde lo que llora
Que bruta
Esa A G U A  S U C I A, T O S CA
La hojarasca, quién desaparece en un abismo
De una caída
De una subida
De un imbécil sobre un banquillo, dictando, anotando, hundiendo
 lo bello, el destello
Le duele y llora…
El agua sucia.

domingo, 3 de junio de 2012

un ratillo en las maravillas


¿La mejor noche de la vida?
Saca la lengua, bienvenidas las pastillas
Cuando despiertes no hagas preguntas inconsistentes/
¿Que tu calzón?
¿Sostén?
¿Dinero?
Esa puta de Alicia si que es rápida pensaras…


Mi epitafio?


Aquí cesa mi cordura y perdura mi locura
 aquí yace un cuerpo vacío festín de gusanos,
 mi sucia boca aun pide vodka
 mi mente seca… unas hojas
 y una pluma ya sin tinta, que para eso deje saliva.

martes, 15 de mayo de 2012

El agobio de la coma que sobra


Un ente danzante, un algo humeante
Favorece a la luna pisa una urna,
Levántate del manantial florece en la boca y veras,
Que confianza te ha demostrado, ni una coma ha filtrado
Ese vomito de letras, la verborrea en su máximo, en su único
En tu oído, desgarrando tus sentidos, y quebrando tu chillido
Todo cae…
C
A
E
Por siempre lo eterno, la rebelión de la frase
Fonemas de combate, grafema y mil espadas, almas punzadas
Ritmos arrítmicos, anfibios monstruosos afloran de mi mano, de este cuerpo inerte, sin vida,
 sin conciencia,
Sin lágrimas ni figura, una vaga en tu pintura,
En tu escultura, tu mierda nacida de los mas profundo, de lo mas quebrado
¿De lo mas olvidado?, NO, no es tuyo es un transe, la posesión de la frase.
El fin del romance.

domingo, 13 de mayo de 2012

La mía


Y ese llanto que te quema los ojos, te deja sin piojos, sentarse aturdida abrumada, ¿en femenino? Porque no, ser lo más alto del placer, y lo más bajo fuera de la cama.
No me gustaría ser machista ni yoyotiva, hablemos, conversemos ese dialogo eterno con la nada,
Saliendo de mis poros, los veo mi vitalidad hecha cristal
¿De copas?, ¿las finas?
Esas que producen la verborrea hasta en el mas sensato, me quema siento algo punzante
Algo mio, algo tuyo, si tuyo…
¿Conversemos?
Si conmigo esta muerta de mierda parada junto a ti, o detrás de ti, como prefieras donde no estorbe
Me duele igual, y en mi mente, una apuesta de sol
Todo color naranja con muchos dolores volando hacia el horizonte, con sus alas negras que queman mi espalda y han dejado su marca.
En tinta, en sangre, en mí
Decoremos el mundo volvámoslo hermoso
Omito la mierda
Mi mierda esta la que vivo
¿La vida?
La mía.

Carlotalopolis


Esto que se esta pariendo, teniendo
Por la boca muere el pez y el puto vomito que no me deja descender, ¿alguien más?
¿no era uno?
¿O ninguno?
Los que vivían de a muchos se fueron a la mierda o están abajo pasando a toda raja, o arriba andan hueviando con las armas.
Aquí no queda nadie
Solo un par de imbéciles que cree que los que no están si están, pelotudos
¿Anoche?
Si a… no, no se, no estuve y si estuve, cuando desperté supe que no paso nada
Porque no hay nadie
Vivo en villa carlota con nadie, y con miles hablándome todo el día, no los veo todavía
En el refri unas chelas, siendo inmortales
Excelsas
Que terrible…
Subió de abajo, fue divino, en la carlota todos la vieron, las viejas llorando, lamiendo el suelo más que las pieles de los huevones piñiñentos que les ensucian las sabanas y al alba se viran, porque no existen… o no las quieren
Esas mismas viejas que me ven pasar y dicen que puta ahí va, tengo 500 arrugas menos, no es desmedro pobres…
NO EXISTEN, NO ESTAN…
Y esos huevones ahora juegan al discurso, a convencer a los que no están, a sonreír, a fingir que se pelean, se piden disculpas, las aceptan, se hacen amigos de nuevo…
La carlota esta en guerra civil las viejas ya cagaron, los huevones se viraron, puteo un rato y me mato.

viernes, 27 de abril de 2012

Madre


Mujer que iluminas los caminos,
con castañas hileras colgando de tu cráneo
imponiéndote.
¿Cuan bella puede ser la perfección?
¿Cuan perfecto puede ser el amor?.

Con la gloria entre tus manos,
tus huellas ya nada quiebran,
tu útero fecundo, acuna lo eterno
perfecto.

Desesperada, no necesitas de nada, de nadie
desaire por tierra, cuerpo de combate
alma naufragante, mirada perdida
soledad abismal, impaciente, bella
en la más eterna comunión,
como madre un panteón
el olimpo es tuyo,
reina sobre tu descendencia, pero no exijas clemencia
de tu sensatez y sabiduría, me engrandezco cada dia.
Te amo
no como los amantes en una noche culminante, algo importante, eterno…
Cada gota de sangre te agradezco
lo más importante que tengo, te admiro
robo mil estrellas,
mato mil doncellas,
la más linda estirpe en tu figura,
bella dama que perdura.


B.floresd
Dedicado a Gloria Duran.

martes, 24 de abril de 2012

El ceno



Su mirada extraviada, turbada, en gotas de cebada
El grito en el cielo
Madre mía me dejaste sin anzuelo, que quema, que corta
Que daño, que bazofia.
Lo mira a él sabiendo que transparente se ha vuelto todo,
Lo mira a él con años encima le pesa una vida entera
Un poeta
Un cantante
Un árbol
Y millones ya han pasado, con canastos en mano
Heridas al hombro, bollos y escombros
El melodrama de la cacofonía, agonía, puteria
Delicada en tu elixir, delicada en tu, tú.

Sh…. Calla tu chillido estruendoso, abajo en un pozo
En lo eterno, en la nada, entre cabras mojadas, condenadas
Basura humana, compartí mi cama, mi almohada mi sueño eterno
Me arranque las alas te las prende, cual loco desesperado pierde el olfato
Por una mujer.
Algo horrible, algo hermoso, algo vistoso.
Ella aun lo mira a él, el aun no siente nada entre ideas gastadas, palabras turbadas.


B. floresd

lunes, 23 de abril de 2012

A 2 manos



De todo a nada, como ropa gastada,
Tirada y mangoneada
Me apiado de su gesto, y su penumbre olor a ser.

En un destello de ínfimos colores se refugia, aquel azul que ella busca,
Se tropieza, golpea y cae, ¿importa?
Que sea un rostro ajeno,
De la mano de otra lagrima, esa que nace en un pecho acongojado y cerrado,
Verla no solo en un espejo.

Más que un reflejo, que mi sombra
Bajo huellas mojadas, arpadas.
El rayo desde la misma mano de lo alto, para la herida eterna,
Siempre viva, punzante, delirante.

B. floresd

La lagrima



La huella de una lagrima, que nace en la pupila y muere en la mejilla.
que seguida de una tras otra, la cascada del dolor.
Dicho y hecha.

Sin campanas y dulzor,
Un corazón que late…
Un alma que se detiene…

Escuchemos lo que la boca calla, y el aguijón grita
envenenando desde mí pecho, hasta lo más profundo de tu oído.
Un corazón que late…
Un alma que se detiene…
Dos sombras bajo el torrente despechado,
toma mi mano, búscala en vano
tonta ingenua, lo que vino, acabo
dos sombras sin huellas, sin aura, sin eternidad en la inmensidad.

B. floresd

domingo, 22 de abril de 2012

Casi algo


Vuela en las alturas, deja una tribuna, ¿y es que podría haber sido acaso solo un niño?
¿Un inocente?
¿Un demente?
Un idiota de buenas historias… con glorias y derrotas, que mortal, peculiar.
Paso frente al olimpo, pregunto por aquel niño, debo despejar y esto dejar atrás
Los escupo, lo vomito me limpio del mito
Pienso…
Pienso…
Sueño
Sueño casi volando, casi cayendo, casi nadando, casi casi
Poeta.

Centro cultural Gabriela Mistral

Tan frágil, tan débil… fue mirada con recelo, con odio y con anhelo, nada de eso importa esta es su historia entre obras y memorias…
La mujer mas hermosa se levanta en la conciencia, por plena Alameda digna de asamblea, símbolo de unión donde cada artista dono su pasión, gotas de sudor, cada rincón de su cuerpo podría ser explorado, interpretado, odiado y amado, ¿que importa? Es la esencia de un pueblo unido sentado en la zurda.
Caos, armas, mas caos, mas armas, un país entero te vio caer, perecer, tus piernas cedieron tu rostro la sonrisa abandono, tu voz se acallo, pero en ningún minuto dejaste de ser hermosa, mujer piadosa, fuiste ultrajada, violada y burlada, hijos de puta.
Se mofaron de tu valor mil idiotas y un cañón, perdiste tu sentido, serviste a otros hilos, caíste… un instante vasto para apreciar tu heroica pasión, amor al arte, a la cultura, a toda una tribuna, mil aplausos recibiste entre cenizas te perdiste…
Tuvo que mirarte a los ojos una de las tuyas con pechos y cintura, ver tu esplendor a través de un balcón, gris la bruma ojeras sin ternura, levantaron tus escombros, limpiaron tu sangre, curaron tus heridas, las mejores ropas para la mas bella de este carnaval, de dorado te escoltaron tus lagrimas no cesaron, oxidaste tu fachada ¿que importa? La alameda es tuya. Con la frente en alto eres mirada tu historia entre obras y memorias…